Eurabian News

Sobre la transformación de Europa en Eurabia y la Tercera Yijad

La conquista de España o el Islam sí recompensa a los traidores

Posted by AMDG en 4/octubre/2008

Este resumen de Pío Moa es excelente. Mandádselo leer a vuestros hijos. Me quedo con dos cosas. Primero, el entreguismo de las élites, muy similar al de ahora:

… pudieron obtener una cuantiosa recompensa por su traición, convirtiéndose, Agila y sus hermanos, en los mayores terratenientes de España, con las 3.000 fincas adscritas a la realeza desde antaño. El acuerdo acabaría de desmoralizar a unos y alentaría a otros jefes witizanos a concluir tratos semejantes, como ocurrió con Teodomiro de Orihuela y varios más, mientras algunos, puestos ya al servicio de los invasores, animaban abiertamente al entreguismo, sacando de él la mejor tajada posible: después de todo, los triunfadores eran demasiado pocos y atrasados, y necesitarían una élite de colaboradores a quienes solo podían tratar privilegiadamente.

Imagino que esto es lo que esperan los Zapateros, Goytisolos, Martinmuñozes, Cebrianes y demás colaboracionistas.

Segundo, el final, en el que se refiere a la tesis famosa del falangista Olague, según la cual no hubo invasión:

Dada la relativa rapidez de la caída hispano-goda, se le buscaron explicaciones moralizantes, exagerando con ese fin los pecados de todo género y la degradación moral en que habría caído el gobierno godo. De modo similar, en épocas muy posteriores se ha querido explicar el suceso suponiendo que el reino se hallaba carcomido en su interior y al borde del derrumbe; o incluso que no existió la invasión, sino una especie de «implantación»: ocurrencia próxima a la simple sandez, algo muy frecuente, por lo demás, en la España actual.

Dicen que no hubo invasión y de hecho hubo tres, porque aparte de la primera, los norteafricanos entraron arrasando en otras dos ocasiones, para imponer a aquellos conversos dados a la relajación el Islam puro. Son los almorávides (Alfonso VI de Castilla (1040-1109) toma el 25 de mayo de 1085 Toledo, alarmando a los andalusíes que ven peligrar su futuro, forzándoles a tomar la decisión, no sin grandes reparos, de llamar en auxilio a los curtidos guerreros almorávides, unos integristas radicales del Islam, ¿incultos? como su jefe Yusef Ben Tashfin, austero derviche, vestido con piel de oveja, que se alimentaba de dátiles y leche de cabra como los legendarios fundadores del Islam.), y los almohades (Siguiendo estos principios, se enfrentaron con los almorávides, que habían impuesto una rígida ortodoxia maliquí pero que apenas habían transformado las costumbres populares poco acordes con el Corán.).

La pérdida de España

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