El representante de Hizbollah en Irán Muhammad Abdullah Sif al-Din dijo el miércoles que el líder de Hizbollah Hassan Nasrallah tiene un nuevo plan estratégico para rearmarse con vistas a la «siguiente ronda contra Israel». […]
«Nuestra situación es muy buena […]»
En cuanto a las resoluciones de la ONU 1559 y 1701 [a la tercera va la vencida] que reclaman, entre otras cosas, el desarme de Hizbollah, Sif al-Din dijo que su organización no tiene intención de desarmarse, ya que ése es un asunto interno del Líbano. […]
Añadió que la presión sobre Hizbollah desde Occidente [¿qué presión?] no sería efectiva. […]
A pesar de sus comentarios sobre el rearme de Hizbollah para una segunda ronda contra Israel, al-Din dijo que no está interesado en la guerra. [Cierto, pero sí en terrorismo.]
(ARTÍCULO COMPLETO. Vía Jihad Watch.)
Ya sabemos que de la presente crisis no va a resultar en ningún caso la disolución de Hizbollah o su desarme como exigen ya dos resoluciones del CS de la ONU, la clave como ya dije será hasta qué punto se logra dificultar el abastecimiento de Hizbollah desde Irán. Es un punto todavía incierto si la UNIFIL patrullará las fronteras para impedirlo: Alemania se prestó por propia iniciativa a aportar efectivos para ello, pero al parecer Annan es partidario de no patrullar las fronteras a menos que lo pida el gobierno libanés. Lo cual es lo mismo que decir que no se va a hacer, porque Hizbollah tiene unas relaciones casi perfectas con sus colegas del gobierno y el primer ministro Siniora los apoya sin fisuras, y tratará de facilitar su rearme. Como acertadamente dice Spencer y ya comenté yo, esto significa sencillamente que el Líbano es un estado terrorista, tanto como Irán y Siria –a la vez que títere de éstos.
Sin embargo Israel todavía tiene esperanzas de que la UNIFIL evite el abastecimiento de Hizbollah –si no no se habría logrado nada en esta guerra–, y ha dicho que continuará con el embargo mientras la ONU no tome el relevo. Veremos con qué apoyos cuenta, quizás con los EEUU a medias, pero seguramente con nadie más, desde luego ni la UE ni Annan. Me temo que el escenario más probable es que la UNIFIL siga exactamente igual que antes sin evitar el aprovisionamiento de los terroristas, pero con 15.000 efectivos en vez de 2.000, con lo cual Israel seguirá con el embargo, que será denunciado en Occidente, especialmente por la prensa –cuya credibilidad, absoluta, seguirá intacta tras los escándalos de falsificación de los que la mayor parte de la gente no se ha enterado–, como un horrendo crimen contra el inocente pueblo libanés. Por supuesto si la UNIFIL no patrulla las fonteras, eso querría decir que no estaría haciendo absolutamente nada. Me pregunto cuántas hectáreas de tierras libanesas pueden mantener libres de granívoros 15.000 espantapájaros provistos de vistosos cascos azules.
Publicado en paralelo en DOCE DOCE.