En los días en que se está negociando la formación de gobierno. Es difícil pasar por alto el alivio que muestran las declaraciones de la clase política:
Todo el espectro político austríaco se mostró hoy conmocionado por la muerte de Haider En una primera reacción, tanto sus correligionarios como sus adversarios políticos, de los que tuvo muchos, expresaron su pésame a su esposa e hijos y elogiaron su gran talento político.
El canciller federal austríaco en funciones y ex jefe del Partido Socialdemócrata Austríaco (SPÖ), Alfred Gusenbauer, manifestó «su profundo pesar» por la muerte de su rival, del que dijo que su influencia transcendió más allá de Carintia, estado federado donde era gobernador, para ocupar todo el ámbito de la política interior.
«En estos momentos, quiero expresar mis condolencias a su familia, pero al margen del aspecto familiar, su muerte marca un antes y después» en la vida política del país, dijo el jefe del Gobierno saliente. Por su parte, el presidente austríaco, Heinz Fischer, calificó al fallecido de un «político de gran talento», que generó entusiasmo pero también críticas y fuertes debates.
Para Werner Faymann, posible sucesor de Gusenbauer, quien se había negado a negociar un gobierno de coalición con Haider, tras las elecciones parlamentarias del 28 de septiembre, este político fue excepcional al haber imprimido su sello más allá de Carintia
Dentro del Partido para el futuro de Austria (BZÖ), formación que fundó Haider en 2005 al escindirse del Partido Liberal Austríaco (FPÖ), las reacciones han sido de desazón y profunda conmoción.
Peter Westenthaler, destacado miembro del BZÖ y su compañero político durante 20 años, calificó a Haider como uno de los políticos más cualificados de la posguerra en Austria y hombre de gran calidad humana.
En Carintia, «el sol ha caído del cielo» y «los relojes se han parado en la madrugada de hoy», dijo el vicegobernador de Carintia, Gerhard Dörfler, que ha asumido provisionalmente el cargo que ha dejado vacante Haider con su fallecimiento.
El político de 58 años fue gobernador de este estado federal desde 1999 y presidente del Partido Liberal Austríaco (FPÖ) desde 1986 hasta 2005, cuando se escindió de esta formación para crear el Partido para el futuro de Austria (BZÖ).
Qué casualidad, pero en política NO hay causalidades. Habrá que ver la investigación que se hace. Espero que el partido y la familia se personen en el caso y no dejen cabos sueltos.
Que en paz descanse.