Han vuelto, a cargo de Ricardo Ruiz de la Serna. Por ejemplo, Fouché en la Comisión de Interior:
Como les decía, con un ministro así cualquier prodigio es posible, pero no esperaba salir diplomado en Estadística. La primera parte fue infumable. El Sr. Pérez Rubalcaba es tan frío que nos informaría del hundimiento del Titanic como si nos diera la hora. Así, iba desgranando cifras de criminalidad mientras explicaba dato a dato el método y la cifra (es catedrático, y esto imprime carácter) Claro, alguno de los presentes cabeceó y muchos -incluido el cronista- echaron de menos tener en papel la presentación que el Ministro proyectaba en una pantalla. Los datos parecían arrojar conclusiones positivas: había, en general, un descenso de la criminalidad y una mayor persecución policial de los delincuentes. Había aumentado el presupuesto y los medios humanos en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
(…)
Lo peor vino cuando Rubalcaba dio a entender que en las comisarías no sabían como se financiaba a las Policías autonómicas. Ahí el cronista saltó de la silla. Rubalcaba responde con dureza y se explica. Es sólido y un muy buen fajador. Puede con todos. Cossidó pide un minuto al concluir, pero Rubalcaba ha ganado. Tiene más mili que el cabo Machichaco y se le nota. Así pasó la mañana: Cinco horas y media de comparecencia. Ahí es nada.