Nos referimos ayer al exabrupto calumnioso e inoportuno del rabino Cohen, invitado a hablar ante los padres conciliares. El Cardenal Bertone ha salido al paso de la rabínica pifia declarando que si no hizo más fue porque tenía miles de judíos escondidos en los conventos de Italia cuya vida hubiera puesto en peligro (también lo recordaba Muab-Dib). Otra razón más. Repito la pregunta que me hago al respecto ¿hubo algún judío que hiciera tanto por sus correligionarios como los que exigen estos a hora a destiempo?
Pues ahí lo tienen: un papa rehén en su microestado y sin más autoridad que la moral -las picas anacrónicas de los guardias suizos son solo decorativas- pudo salvar a miles de judíos. ¿Qué hicieron ellos? En muchos casos, los rabinos y principales de los judíos colaboraron objetivamente en la deportación de sus hermanos y en la administración de los ghetos, esperando ser ellos los últimos.