Su razonamiento es muy sencillo. Ya ha sido condenado por violación y su caso es conocido, así que los juicios sucesivos a que ha estado sometido no pueden ser imparciales. En el último de ellos, pidió reducción de sentencia porque su víctima no había recibido ningún daño significativo. Es legítimo imaginar que lo que le gustaría poder alegar es que, como la chica no llevaba el pelo cubierto, en realidad lo estaba pidiendo. De hecho, a una de sus víctimas le dijo “Te lo mereces, por ser Australiana”.
La banda de este individuo violó en varias ocasiones a jóvenes australianas. Planeaban sus crímenes en detalle, y llevaban a cabo sus violaciones con especial crueldad, como suele ser el caso de las violaciones en grupo.
La prensa progresista ha puesto el grito en el cielo, pero no por los delitos del mahometano, sino por la reacción de la “extrema derecha” que ha publicado una foto del pobre inmigrante con una pistola y un rifle.