Por supuesto, y por la puerta grande. Con este lavado de cara por parte de la prensa:
El Ministerio de Educación ha destinado a Euskadi a una profesora de origen marroquí. La profesora Nouzha Abou-Salama preguntó a sus alumnos hace unos días en el aula de un centro público vizcaíno: «¿En qué año estamos?». Los pequeños, de familias argelinas, marroquíes y del África subsahariana en su mayoría, le contestaron a coro y sin duda alguna: «¡En 2008!». Ella dedicó unos minutos a explicar que para la cultura musulmana es el año 1429: la cuenta se inicia cuando el profeta emprendió el viaje desde La Meca hasta la Medina. El Islam ha entrado ya en las escuelas vascas. Y lo ha hecho de la mano de esta docente de origen marroquí, de 40 años. Nouzha ha firmado un contrato con el Ministerio de Educación que le ha convertido en la primera maestra de Religión Islámica de la enseñanza vasca. Nació en Tánger, es licenciada en Filología Árabe, habla francés, árabe, castellano, inglés y catalán -ahora tiene como meta el euskera-, y está casada con un vasco, también musulmán.
Nouzha ha comenzado este mes sus clases en tres escuelas de Berriz, Mungia y Bilbao, con más de 80 alumnos de entre 6 y 12 años. La primera vez que pisó un aula y se puso ante el grupo de niños fue el pasado 9 de diciembre. Llegó con el libro de texto ‘Descubrir el Islam’ -de la editorial SM- bajo el brazo y arrancó su programa con la historia de esta religión. Contó a sus alumnos el largo viaje que emprendió el profeta Muhammad en camello desde La Meca, y logró captar la atención de los pequeños. «Mi primera clase en Berriz fue una experiencia muy bonita. Cuando acabé me dijeron si al día siguiente habría religión otra vez. Me hizo mucha ilusión», recuerda. Los escolares reciben una hora semanal de esta materia.
Aunque los ritos sean distintos, los valores que transmite esta docente musulmana en el aula no son diferentes a los que pueda enseñar un profesor de Religión Católica. En las fichas que utiliza la maestra islámica con sus alumnos se ve a un grupo de niños en diferentes actitudes en el colegio, en su casa o en el campo. La profesora las utiliza para trabajar hábitos como «respetar a los demás», «cuidar la naturaleza», «el amor a los padres», o «ayudar a los más débiles», cuenta.
Lo que le gustaría a Nouzha es aportar su granito de arena para que se conozca «la verdad» sobre su religión. «Hay que lavar la cara al Islam. Los medios de comunicación mezclan esta religión con sucesos sangrientos. Pero eso no es el Islam. El Islam es una cosa y la conducta de los musulmanes otra». Considera que en el mundo occidental hay un gran desconomiento de su confensión. «El libro de texto que utilizo se titula ‘Descubrir el Islam’. Eso es lo que necesitamos…»
Van a lavar la cara al Islam con nuestros impuestos, y con la ayuda de los curillas progres. SM es la editorial de los marianistas.