Le envié este correo (he corregido algunas erratas):
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Estimado Sr. García,
Esta carta del carlista navarro que publicó usted me anima a escribirle, pues muestra que las lee. Soy un antiguo liberal al que usted ayudó sin quererlo a desprenderse de los últimos resabios de esa ideología. Sí, sé que es extraño dejar de ser liberal. Lo habitual es dejar de ser de izquierdas y hacerse de derechas -o liberal- con la edad. Como se sabe, a cierta edad quien no es revolucionario es un miserable, pero, a partir de cierta otra quien no es conservador (más o menos conservador) es un imbécil.
Aquí explico lo que le debo (Por qué no soy liberal):
Una de ellas es la falsa conciencia que muestran en repetidas ocasiones los liberales: Aquí, un liberal se precia de no tener hijos ni afán alguno para engendrarlos. Esto es falsa conciencia en estado puro. ¡Cómo me ha defraudado este García Domínguez!. Y, como él, tantos. Desconfío de la gente que no tiene hijos y lo considera normal, siendo una anormalidad manifiesta; no digamos si además hace gala de ello.
Sí, anormalidad. En su auténtico sentido: no puede constituirse en norma.
Igualmente, querría hacerle saber que no es aceptable considerar a De Maistre “padre intelectual de todos los fascismos”, como indica aquí. El Tradicionalismo es incompatible con el Fascismo, una ideología revolucionaria y socializante. En España, la amalgama con el Falangismo (un escaso cuarto y mitad de fascismo) fue traída por los pelos de la necesidad de supervivencia.
En particular, Maistre se opone a la eliminación de todas esas triquiñuelas (privilegios, fueros, exenciones, etc.) del Antiguo Régimen que hacían imposible el gobierno totalitario. Desengáñese, el Antiguo Régimen tenía muy poco de Absolutista, sobre todo comparado con el «liberalismo» que vino después.
Le animo también a que lea esto sobre el liberalismo: Ecologismo, nazismo y comunismo
Reciba un atento saludo de
AMDG (pseudónimo)
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Me sorprendió verlo publicado en su blog Heterodoxias (opiniones incorrectas). Me conformaba con que lo leyera, por eso le puse esto:
Gracias. Si llego a saber que además de leerlo lo publica, le hubiera dado un segundo repaso.
Por cierto, de la misma cuerda: Gracias y desgracias del liberalismo hispano, o “La libertad traicionada, Siete ensayos españoles” de José María Marco. Preámbulo
También le gustará.
Saludos
AMDG
El repaso era para corregir las erratas. El «también le gustará» es obviamente una ironía.
Le he preguntado la razón de la retirada. No he recibido respuesta.
Creo que tenemos aquí un buen ejemplo de la miseria del liberalismo, valga la contradicción. Digo contradicción porque liberalismo significaba originalmente generosidad. ¿Os dáis cuenta de que ese cambio semántico es un precedente de la actual manipulación lingüística progresista?. Por supuesto, lo es No se olvide que el liberalismo fue la primera generación de la izquierda, como recuerda Bueno. De aquellos lodos…