Solo se puede hablar de traición norteamericana formalmente, materialmente hablando los pactos entre naciones solo obligan hasta donde llegue el interés, y está claro que en el 75, los intereses norteamericanos estaban en la anexión de ese territorio por Marruecos:
Los documentos desclasificados por Washington han permitido conocer lo que sabíamos sin la constatación oficial; que la apropiación fáctica del Sahara por Marruecos, tiene su factor determinante en el análisis geoestratégico que realizan los EEUU en aquella época y que les lleva a sopesar las variables que pueden incidir decisivamente en el equilibrio regional: 1ª los acontecimientos políticos de Portugal abren una interrogante sobre la operatividad futura de la base de las Azores y, en consecuencia, el control en profundidad sobre el estrecho de Gibraltar; 2ª la incertidumbre originada en España por la enfermedad del general Franco acentúa el riesgo de inestabilidad al norte del estrecho por un cambio incierto del régimen político; 3ª la vieja aspiración de Argelia, firme aliada de la URSS, de alcanzar la costa atlántica y lograr así la hegemonía en el Magreb 4ª la riqueza en petróleo y fosfatos que posee el territorio, EEUU y Marruecos son los mayores productores mundiales de este último, y desde el ácido fosfórico puede obtenerse uranio. Estos cuatro factores son orientados por el director adjunto de la CIA, Vernon Walters amigo personal de Hassan II desde 1942, en una dirección: la estabilidad del mediterráneo occidental y la libertad de movimientos de la VI Flota, esencial para el mantenimiento de los intereses de EEUU sobre Oriente Próximo, pasan por reforzar a Marruecos económica y militarmente, con la colaboración de Francia, en detrimento de Argelia para así lograr que el control inmediato de la costa atlántica del norte de África pertenezca al reino alauí por si la hipótesis más peligrosa: la inestabilidad de España, Portugal o ambas, termina por hacerse realidad.
La «marcha verde» se organiza con dinero kuwaití por agentes de la CIA y con el visto bueno del Secretario de Estado H. Kissinger una vez que se ha obtenido la colaboración de Francia. España no presenta problemas puesto que el mayor obstáculo lo constituye Franco que cuando es informado por Arias Navarro, en uno de sus momentos de lucidez, llega a ordenar la declaración de guerra a Marruecos. A los pocos minutos vuelve a entrar en crisis y Arias con la colaboración de Carro y Solís incumplen la orden y se aprestan a seguir las instrucciones del amigo americano para abandonar el Sahara. Previamente Cortina Mauri, ministro de Asuntos Exteriores, había sido apartado oportunamente de este asunto y sustituido en la gestión del mismo por Solís Ruiz, que además de ministro en el último gobierno de la dictadura llevaba la representación de los intereses económicos del rey de Marruecos en España.
¿Qué vamos a decir, los intereses son los intereses? Lo que resulta difícil de tragar es que Zapatero sea actualmente el mayor valedor de Mojamé VI. Ahora, precisamente ahora, en que los norteamericanos recogen velas y ya no apoyan tan descaradamente a Marruecos:
Los efectos negativos de la guerra [con el Frente Polisario] sobre Marruecos comienzan a visualizarse en el ámbito internacional. Recientemente, se han producido dos hechos de gran importancia, el primero son las declaraciones del embajador saliente de los EEUU en Argel: «la administración norteamericana no tiene intención de presionar al Frente Polisario para que acepte la proposición de autonomía… EEUU desea una solución pragmática bajo los auspicios de la ONU… los EEUU han acogido favorablemente las ideas contenidas en la proposición saharaui». El segundo ha sido la petición realizada por numerosos parlamentarios europeos, en la Asamblea francesa, para que Francia respete el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui en vísperas de asumir este país la presidencia de la UE. Ambos, muestran que cada día que pasa se hace más insostenible defender la aspiración marroquí sobre el territorio, por su violación sistemática de los Derechos Humanos. Es evidente, que la colaboración francesa se producirá en el momento que el pragmatismo norteamericano tome carta de naturaleza efectiva y no sólo declarativa. La Moncloa debería acelerar esa adopción de realismo político por parte de la Casa Blanca en su condición de antigua metrópoli, en lugar de apuntalar opiniones «tan respetables» que por no tener futuro político sólo conducen a la debilidad y el desprestigio.
Desgraciadamente, el Consejo de Ministros de España en lugar de adoptar acciones diplomáticas como la señalada más arriba y que facilitarían alcanzar la solución en menos tiempo, se dedica a vender, a precio simbólico, armamento al reino de Marruecos. En concreto, el 18 de enero ocho juegos de lanzadores de bombas de fragmentación para aviación al precio total de 1€; el 27 de junio seis torpedos ligeros MK – 46 (de servicio en varios países de la OTAN) por el precio total de 1€.
Sí, esta “venta” es uno de los detalles más vergonzosos de la política exterior de Zapatero.
Lee entero el artículo de Diego Camacho López Escobar Coronel de Infantería