Las penurias de un escritor por haber investigado las estructuras terroristas
Posted by millenio en 25/octubre/2006
Se trata de las penurias y persecuciones que padeció un escritor en Alemania por publicar su libro „Der Krieg in unseren Städten“ (La guerra en nuestras ciudades).
Vivimos en un mundo del revés cuando en vez de perseguirse a los islamistas son perseguidos los que intentan esclarecer las estructuras terroristas. Quien se ocupa de los islamistas violentos vive en peligro. Pero el peligro no proviene solo de parte de estos islamistas, sino que en Alemania tambien se corre peligro por parte de las mismas autoridades alemanas.
Al deber de un historiador pertenece describir los acontecimientos y su trasfondo. Este relato ayudará a las próximas generaciones para aclarar por qué la cultura cristiana fue derrotada en su lucha contra el radicalismo islámico.
«Mi persona es insignificante en esta historia, pues por mi experiencia han pasado otros que se ocupan del Islam en Alemania, pero callan por temor a represalias contra su vida y la de sus familias .»
El Dr Udo Ulfkotte conoce bien a los islamistas pero no gracias a libros polvorientos, sino porque los ha estado observando durante 15 años en sus paises de origen: en Afganistan, Irak, Iran, Libano, Arabia Saudi y Yemen, Siria y los Emiratos, Argelia, Jordania, Indonesia y Malasia. Al grupo de Osama ben Laden lo conoció a mitad de los noventa en Jartum. En esa época ningún medio occidental hablaba de los «guerreros de dios».
Mas tarde me encontré con ellos en Afganistan. Quisieron convertirme al Islam como fuera… Lo mismo viví con cientos de seguidores de Hamas, Hizbollah, Hizb ut-Tahrir y docenas de otros grupos. He podido observar a estos islamistas en la construcción de explosivos y disparamos juntos con AK-47 a latas en el desierto.
En sus intentos de conversión me hablaban de sus planes en el futuro, sobre la vuelta del Califato y sobre una Europa que en pocas décadas iba a ser mayoritariamente islámica. Glorificaban el terror. Estaban convencidos de que podrían destruir la cultura de los «infieles».
En esa época me planteaba cuán ingenuos pueden ser estos guerreros de dios, ahora retrospectivamente pienso que era yo el ingenuo.
En las regiones de crisis y guerras conoció a los trabajadores de los servicios secretos, con quienes intercambió informaciones. Se le abrieron las puertas hacia miles de contactos que aún mantiene. Recibió documentos de servicios secretos, autoridades y hasta de empresas. Funcionarios y ministros lo invitaban sin mas para hablarle y darle mas información.
De esta manera concibió y publicó en el 2003 el libro «La guerra en nuestras ciudades, cómo se infiltran los radicales islamistas en Alemania»
He escrito sobre los acontecimientos e información obtenida ateniéndome a la verdad. He descripto a casi todos los grupos musulmanes que hacia fuera predican el «diálogo» y hacia dentro fomentan el odio. Asi como sus adeptos que se dicen pacíficos y a escondidas fomentan la violencia
Comienzo a citar las consecuencias que debió padecer por la publicación del libro:
Aún me sorprendo del odio y la insistencia de los medios, quienes en su mayoría me acusaron de pertenecer a la extrema derecha.
Incluso cuando el ministro del interior Otto Schily en los meses siguientes confirmaba mis afirmaciones con sus planes de seguridad, los medios no cambiaron la imagen que me habían creado. Al ser el transmisor agorero de malas noticias tomé los hechos como algo normal y me alegré mucho al recibir el «Premio del ciudadano» por mis trabajos en el ámbito de defensa contra el terrorismo.
Al mismo tiempo tuve que soportar un número cada vez mayor de demandas por mi libro de parte de los islamistas. Jamas me inquieté porque las medidas de Schily confirmaban mis afirmaciones. Ademas pensaba: ¿qué me pueden hacer los islamistas?
Sobre el portal de la Universidad de Freiburg, en la que estudiaba en los años 80, está cincelada en piedra la frase:
«Y la verdad os va a hacer libres». Esta frase se acuñó para siempre en mi memoria. Miles de veces pasé por aquel portal hacia la facultad de derecho. ¿Es posible ocultar la verdad tan facilmente?
Jamas esperé ratificación alguna por parte de los funcionarios sobre la información publicada en el libro. Estuve solo en los juicios, con pruebas y documentación que no me servían para mi defensa porque nadie las ratificaba. Ninguna confirmación por parte de los islamistas o por parte de los funcionarios quienes a su vez me demandaban.
Los costes del proceso superaron los 50.000 euros que yo debía costearme mientras que los demandantes aprovechaban el Estado de derecho para financiar a costa del Estado aleman sus demandas. En muchos casos llegaron a falsear sus ingresos y posesiones lo que mas tarde investigué. Mi editorial y yo tuvimos que pasar varias veces por estas experiencias. Casualmente el hijo de uno de los demandantes «insolventes» es hoy un representante muy conocido de una asociación musulmana en Alemania.
El proceso fue muy interesante. Por ejemplo, los demandantes afirmaban que nunca habían festejado el 11 de septiembre a pesar de que las filmaciones de los servicios secretos demostraban lo contrario. Sabían que los trabajadores de estas instituciones nunca darían la cara en los juicios.
Si me hubieran dicho entonces que varios funcionarios de seguridad me demandarían por «delatar secretos» no me lo habría creido. Pues eran los mismos funcionarios los que me decían que debía ser valiente mientras seguían proveyendome de documentos.
El 11 de marzo los terroristas hicieron el sangriento atentado en Madrid y varias fuentes me informaron de que los rastros llegaban hasta Alemania. Difundí esta noticia en televisión el 25 y 26 de marzo. El ministro Otto Schily estaba furioso por mi afirmación. Los periodistas escribían columnas destacando otra de mis «típicas falsas alarmas » y mi forma de «dar palos al agua». Seis semanas más tarde las revistas «Focus» y «Spiegel» anunciaban que uno de los terroristas de Madrid vivió en Alemania y que varias otras investigaciones llevaban hacia Alemania.
En ese entonces mi destino ya había dado un giro para peor, el 31 de marzo varios funcionarios vinieron a revisar mi casa y tambien la oficina de mi mujer que se encuentra en otro edificio. La acusación: sospecha de soborno a funcionarios y de colaboración para delatar secretos públicos. Me sentía como si viviera en una película, nunca he pagado por información, los funcionarios de seguridad me enviaban la información y me alentaban para hacerla pública.
De esa forma se produjo mi condena y el final de mi carrera como transmisor agorero. Los islamistas lo festejaban en internet. Casi todos los medios festejaban tambien, entonando su himno de vencedores. De pronto me convertí en un criminal.
Mis amistades de muchos años se apartaron de mi.
Mis vecinos no aceptaban mis correos ya que yo era considearado un «criminal», mi mujer perdió su trabajo. Una foto de su oficina en un periódico que se publicó en todo el pais, provocó que los clientes se alarmaran sobre nuestras supuestas actividades «criminales». Mi mujer tuvo que pagar el alquiler de una oficina ya desierta de clientes, durante doce meses más. Daños colaterales provocados por los servicios de seguridad alemanes.
La universidad de Lüneburg que quiso elevarme al grado de profesor, tuvo que esperar el resultado del proceso.
Como no habían pruebas de soborno se realizaron más registros de mi casa y de la oficina de mi mujer, asi como de las de mi notario, con la esperanza de encontrar alguna prueba de pago a funcionarios.
Y a pesar de que yo no he tenido ninguna oficina en la universidad de Lüneburg y el fiscal sabía que estaba a punto de obtener el cargo de profesor, se requisaron los archivos de la Universidad a la busca de pruebas en mi contra. El rector de la universidad y los profesores aun hoy siguen impresionados por los interrogatorios que se les hicieron.
El proceso fue suspendido por falsas sospechas en el 2005, pero lamentablemante no se puede convencer a un fiscal que ha acusado y difundido una acusación publicamente de que esclarezca la inocencia con la misma fuerza con la que difundió la falsa acusación. Por eso la opinión pública seguía teniendo la impresión de que yo había sobornado a funcionarios y era un traidor.
Tras más de dos años y medio de humillaciones y falsas acusaciones abandoné Hessen porque no quiero financiar mas a un lugar que sigue utilizando el dinero de mis impuestos en mi contra.
A través de muchos funcionarios sé que los medios financieros para la lucha anti-terror son escasos. Se deben solicitar frecuentemente los permisos para escuchar las conversaciones telefónicas de los islamistas dispuestos a la violencia. Estos permisos no son aceptados por los jueces y fiscales por razones económicas, aún en los casos en que haya dinero para hacerlo.
Pero para mi caso hubo mucho dinero disponible, varios funcionarios analizaron cada frase de mi libro durante semanas enteras, hubo tambien dinero para escuchar mis conversaciones telefónicas. Si hablaba con los periodistas, los funcionarios se enteraban antes. Tambien estuve bajo vigilancia policial. Todo esto, más las observaciones realizadas por especialistas que viajaron desde muy lejos hasta aqui ha costado mucho dinero, dinero que evidentemente falta para investigar las redes terroristas en Alemania.
Mi libro contiene verdades que son tan amenazantes que hay que impedir su difusión!
En febrero de 2006 publiqué un articulo en «Park Avenue» sobre la relación entre células de terror y Internet-Cafés y Call-shops. El Departamento de investigaciones criminales me negó anteriormente la existencia de este vínculo. Nuevamente corrí el peligro de ser castigado por «mentir». Luego aparecieron las bombas en las maletas de la estación de tren que no explotaron solo por un defecto técnico. Hoy está claro que los libaneses terroristas que dejaron las maletas formaron sus redes wn Internet-cafés en Kiel y Hamburgo. En Madrid y en Londres los funcionarios descubrieron lo mismo, despues de los atentados.
Hoy ya no hay más ediciones de mi libro «La guerra en nuestras ciudades, cómo los radicales islamistas se infiltran en Alemania», solo se lo puede obtener como antigüedad en Amazon y en ebay. Lo que escribí se ha hecho realidad pero los islamistas han conseguido que mi libro sea retirado del mercado.
Mientras tanto las investigaciones contra el «criminal» Ulfkotte, no han cesado, un funcionario me ha dicho que solo es suficiente un «aviso anónimo» de «sospecha de pornografía infantil» en mi ordenador, para justificar las proximas investigaciones.
Aun sigo encontrando en mi casilla de correo correspondencia clasificada «secreta» o «confidencial» y documentaciones del servicio e investigaciones criminales y de la Agencia Nacional de Noticias. Contra mi voluntad y sin que se los haya solicitado. Los primeros correos los envié de vuelta al remitente, pero como el «juego» no termina, ahora vienen sin remitente y no se me responde cuando pregunto a dónde debo re-enviarlos.
Antes estaba furioso con los funcionarios y hoy siento pena de ellos. Y consternación por los políticos que cierran los ojos cuando en lugar de perseguir a los islamistas se persigue a quienes esclarecen sobre las estrucuturas del terror.
En la escena islamista mi nombre es considerado como una prueba de que radicales y violentos se encuentran en el «camino correcto». Un joven musulman dijo a propósito que debe de ser un signo de Alá el que el autor del libro esté acusado en un proceso, mientras los islamistas siguen sin impedimentos, reuniendo cada vez más seguidores a su alrededor.
Hace años voy por las mañanas a una capilla en un bosque en el Taunus. Enciendo alli una vela y junto fuerzas para el día nuevo. En todos estos años de humillaciones la capilla era un lugar en donde siempre obtenía confianza y esperanza.
Desde febrero de 2006 la capilla ha sido devastada varias veces por desconocidos. El 5 de julio la encontré peor que nunca, las velas habían sido estampadas contra las paredes y la virgen tallada en madera había servido como blanco para botellas.
Luego de avisar a la policía me preguntaron «¿qué quiere que hagamos nosotros?». Con lo que me quedó muy claro que los valores de nuestra sociedad han cambiado mucho.
Si en su lugar hubiese sido devastada una mezquita, la Policia nacional no habría dudado en investigar el caso.
La capilla ha sido devastada por quinta vez, justamente despues de que la población local hubiera donado el dinero para que fuera restaurada y pintada.
Hoy ya no molesto más a las fuerzas de seguridad con anuncios sobre los avances del Islam, pues evidentemente vivo en un mundo del revés.
15 respuestas hasta “Las penurias de un escritor por haber investigado las estructuras terroristas”
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pepe said
Lo que yo no entiendo es como gente de aqui, de clases medias y medias bajas declaran abiertamente su ‘disgusto’ con los moros… y sin embargo se les sigan otorgando privilegios.
Conozco mayoria de gente islamofoba. Gente normal y corriente. Sin acceso a las tecnologias informaticas.
Conozco minoria de gente islamofila, casi todos con ‘estudios’, progres y amantes de causas perdidas… romanticos que nos llevan a la destruccion.
El ultimo comentario, mi nueva compañera de trabajo: «no soy racista, soy ‘clasista’…. no me gustan los moros….).
Porque yo, en mi trabajo, SI que declaro abiertamente mis reservas frente a los musulmanes.
Augusto said
Es cierto no se trata de ser racistas ya no es un problema de supuestas «razas» sino un problema de civilización y de cultura.
Yo no invitaría a un caníbal a cenar mi casa y no creo que por ello se me considere «racista»
Lord of Beronia said
Pues, aquellos islamófilos que yo conozco no tienen ni puñetera idea de lo que hablan. Que si rollos de multiculturalismo, tolerancia y blablabla…
Por el contrario, los islamófobos son los más cultivados en el tema.
Manolo said
¿Alguien puede decirme si se puede encontrar el libro «La guerra en nuestras ciudades» en español??
K-2 said
No hay palabras para la indignación que produce el leer esto. Una muestra más de la hipocresía de los «progres»
Brutowsky said
Deprimente.
Y claro ejemplo de que el peor enemigo que tenemos en esta guerra es nuestra «quinta columna» (los gobiernos, los progres islamófilos, los cobardes, etc.)
Lo que más tiene uno que temer cuando se mete en lios de estos, no es la reacción de los islamofascistas, sino la de tu propio gobierno y la de tu propia gente (en este caso unos por acosarlo y los otros por abandonarlo a su suerte), la misma que luego, en un amargo revés a la tortilla histórica, llorarán como mujeres por lo que no han sabido defender como hombres.
AMDG said
En efecto, que los muuslmanes intenten acabar con Europa no es nada nuevo, lo hiceron del s. VIII al XVII, lo inaudito es que los políticos, los medios de comunicación y las «fuerzas de la cultura» les apoyen en contra de nosotros.
Sin embargo, espero que pronto cambie. Para eso estamos aquí.
Franze said
Bastante deprimente esto que cuenta AMDG, sinceramente me quita las ganas de pensar que saldremos de esta, aunque creo que sin Dios esto no tiene solución, humanamente pinta mal las cosas.
Daniel said
Coincido con Brutowsky cuando menciona la quinta columna. Yo creo que el mayor peligro para Occidente en estos momentos no es Irán o Siria (puede que en el futuro lo sea), sino la comunidad musulmana que vive en países que les proporciona todo tipo de medios para que sin nigún esfuerzo acaben, D»s no lo quiera, imponiendo su voluntad a golpe de violencia.
Sucesos como la muerte de Teo Van Ghog, sentencias de muerte contra varios escritores, las viñetas danesas, etc… sólo son una muestra de lo que está por venir. Es una táctica tan antigua como la crucifixión. Primero conquisto un poquito, luego otro poquito, sino hay reacción por parte del conquistado, otro poco, y para cuando el agredido quiere reaccionar está paralizado y listo para el exterminio.
Augusto said
Para Manolo
Encontré estos enlaces:
El libro, la editotial y algunos comentarios en español sobre el autor quizas exista l libro en ingles habría que preguntar a la editorial
http://www.sgipt.org/politpsy/islam/ulfk_k.htm
http://www.eichborn.de/s2/default.asp
http://www.dw-world.de/popups/popup_printcontent/0,,2152563,00.html
http://mensual.prensa.com/mensual/contenido/2003/04/30/hoy/revista/988580.html
Aqui se comenta sobre el autor en frances:
http://www.meforum.org/article/757
En Amazon
http://www.amazon.de/exec/obidos/search-handle-url/index=books-de&field-keywords=ulfkotte,%20udo&results-process=default&dispatch=search/ref=pd_sl_aw_tops-3_books-de_15576994_1&results-process=default?tag2=de-de-google-21
Pero no le encuentro mas que en aleman quizas se pueda averiguar en Amazon
“Al final Europa va a ser islámica” « Eurabian News said
[…] Entrevista del periódico HNA al experto en terrorismo Udo Ulfkotte. […]
Las penurias de un escritor por haber investigado las estructuras terroristas « Milenio said
[…] […]
Douglas said
Hago eco y repito que es deprimente este relato. Por este motivo es de que he apollado y seguire apoyando a la guerra en Irak y en Afganistan. Tambien la accion militar en Somalia. A mi entender, no es importante el estar ganando la guerra en el sentido tradicional de una victoria, sino el continuo ejercicio belico y la matanza de musulmanes. Es mejor alla que aqui y la guerra es una atraccion para estos terroristas que los hace enfrentarse a muchachos armados y entrenados para darles batalla. Que esperan los Europeos para apoyarnos, en esta cruzada que les serviria mas a ustedes, que a nosotros? Estaba claro Aznar en esto.
Texas Refinancenance said
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Las violaciones como medio de difusión del islam [REPOSICIÓN] | La Yijad en Eurabia said
[…] Ulfkotte, periodista y docente en la universidad de Lüneburg, comenta sobre la situación en Holanda: Si una mujer, sea musulmana o no musulmana, y aun estando embarazada es “descubierta” bañándose en Holanda, recibe patadas en el vientre. Estas son noticias de Holanda, que hasta ahora apenas han encontrado eco en Alemania. Todavía no existe algo asi en Alemania. Pero esto no es una razón para recostarse tranquilamente, pues aqui en este pais ya tenemos el potencial para eso. […]