Oficiales de cinco países de la OTAN cuyas tropas acaban de luchar la batalla contra los talibanes más sangrienta en cinco años, exigen a sus gobiernos que presionen a Paquistán por el apoyo y refugio que sus servicios de inteligencia facilitan a los talibanes.
El informe de la OTAN sobre la Operación Medusa, una intensa batalla que duró desde el 4 al 17 de septiembre en el distrito de Panjwai, muestra la dimensión de las capacidades bélicas de los talibanes y afirma claramente que los servicios paquistaníes de inteligencia (ISI) están involucrados en facilitarlas.
Oficiales de Gran Bretaña, EEUU, Dinamarca, Canadá y Holanda están frustrados porque incluso después de que el presidente de Paquistán Pervez Musharraf se reunió con George W. Bush y Tony Blair la semana pasada, los líderes occidentales se niegan a denunciar las trampas de Musharraf.
(ARTÍCULO COMPLETO. Vía Jihad Watch.)
Hace poco hablamos aquí del tratado que Paquistán había firmado con los talibanes. Antes el ejército paquistaní tenía orden de combatir a los terroristas que cruzaban la frontera desde Afganistán y eran acogidos por los montañeses a quienes la autoridad del gobierno no afecta. El tratado permite a los talibanes establecerse en esas tierras sin ser molestados por el ejército, a condición de cumplir unos requisitos absurdos que Paquistán no va a verificar. El efecto del tratado ha sido inmenso. Después de años de situación más o menos estacionaria de fortalecimiento estable del gobierno afgano, la actividad terrorista se ha multiplicado de repente:
Seth Jones, un analista de la estadounidense RAND Corporation, dijo que ha habido un “cambio extraordinario” en la mortalidad de los ataques en Afganistán en 2006, indicando que los militantes [sic] están usando técnicas “más sofisticadas”.
“Ha habido más atentados suicidas en Afganistán en 2006 que en toda la historia del país,” dijo Jones. “Esa es la razón por la que los números de muertes son tan altos –el atentado suicida.”
De hecho se ha confirmado lo que ya se sospechaba, que el cuartel general de al-Qaeda está situado en Paquistán, y que lo ha estado antes de este tratado, desde la intervención militar en Afganistán. Por otro lado Paquistán ha admitido haber ayudado en el pasado a los terroristas de Cachemira, aunque afirma que ha interrumpido esta práctica y que ayuda a la India a luchar contra ellos –sin duda igual que ayuda a los EEUU a luchar contra los talibanes.
La ingenuidad del gobierno americano no tiene límites, como muestra el episodio del Dr. Khan. Paquistán es quien ha proporcionado la tecnología nuclear a Corea del Norte, Libia e Irán, y los EEUU aceptaron la cabeza de turco proporcionada por el gobierno paquistaní creyéndose la mentira manifiesta de que sus actividades habían sido ajenas a aquél. La misma ingenuidad que apoya a los terroristas de al-Fatah y ata las manos del gobierno israelí.
Sin duda la reacción de Musharraf a las acusaciones de la OTAN es elocuente. ¿Cómo reaccionan los yihadistas encubiertos cuando se les acusa de violentos? Exacto, con amenazas de más violencia si no se retiran las acusaciones:
Esta semana Tony Blair aseguró al general Musharraf que una nota filtrada que condena a los servicios de inteligencia de Paquistán no refleja el punto de vista de su gobierno.
En el informe filtrado, un oficial naval del ministerio de defensa afirmaba que los servicios de inteligencia de Paquistán, el ISI, habían ayudado indirectamente a los Talibanes y a al-Qaeda.
En la entrevista de la BBC Musharraf rechazó esas afirmaciones y dijo que el apoyo del ISI es vital.
“Acabaréis de rodillas si Paquistán no coopera con vosotros. Eso es todo lo que querría decir. Paquistán es el principal aliado. Si no estuviéramos con vosotros, no os las apañaríais,” dijo.
“Que quede claro. Y si el ISI no está con vosotros, fracasaréis.”
Eurabian News 