Las musulmanas con estudios no encuentran marido

Es lo que nos cuenta este artículo con testimonios de varias de estas chicas que han acabado la carrera y están trabajando pero se encuentran compuestas y sin novio. Es decir, se quedan “para vestir los santos”, con el problema añadido de que en el Islam no los hay.

Las chicas se encuentran ante un dilema muy difícil: los pretendientes que son buenos musulmanes les resultan demasiado tradicionales (de hecho son unos auténticos petardos), pero los que les gustan no son musulmanes practicantes. No hay término medio. Creo que deberían pensar a qué se debe eso, aunque encuentro difícil la solución porque el remedio que indican –en especial a los hombres- es seguir el ejemplo de Mojamé, que se casó con la viuda rica Jadicha, mucho mayor que él… Mucho me temo que los musulmanes prefieran seguir el modelo del Mojamé que se casó con Aixa y con no sé cuántas más.

Hay algunos detalles graciosos:

«I recently had a suitor who told me he would be willing to help me [around the house] by not making a mess,» Afaf recalls, adding he also told her she should not use her job as an excuse to ask him to help out at home.

Es decir, le dijo que el hecho de que ella trabajara no debía ser una excusa para que le pidiera a él que le ayudara en las labores de la casa. Eso se llama leerle la carilla. Un moro de chiste.

Léelo, presenta también problemas que son aplicables a los no musulmanes. Y por cierto, me gusta el buen sentido y la responsabilidad que muestras estas chicas musulmanas, un buen ejemplo para locas y petardas: A Few Good Men: American Muslim women bemoan lack of ‘good’ male suitors